CONSTELACIONES FAMILIARES

Las constelaciones familiares pretenden comprensión desde el sentimiento, de una situación que desde la mente crea conflicto. Lo habitual o, al menos, en origen, es su ejecución en grupo.

Las constelaciones familiares nacieron para resolver problemas interpersonales y específicamente familiares. Pero posteriormente se vio que el método era válido para cualquier situación: laboral, empresarial, de enfermedad física, etc.

El procedimiento consiste en establecer conexión visual con otra u otras personas que representan a aquella/s con la que el paciente tiene el conflicto -padre, madre, hermanos, hijos, pareja, amigos, jefe, compañeros de trabajo, clientes-; o que representan cualquier aspecto en el que se da una problemática -empresa, vivienda, síntomas, partes del cuerpo, alma, niño interior, etc.-.

Cuando se mira a otra persona fijamente a los ojos, el discurso mental se ralentiza y se hace más cercano al sentimiento; liberándose entonces un entendimiento no verbal, más profundo, claro y corazonado.

Es posible que la persona que realiza esta terapia libere emociones retenidas, las cuales pueden ser la propia fuente del conflicto. Para ayudar a tal liberación se le puede permitir la expresión verbal. La persona que representa, debe entonces mantenerse en silencio y únicamente recibir dicha expresión o, bajo la dirección del facilitador, ayudar a que tal expresión sea verdaderamente emocional o primal, evitando elaboraciones de la mente.

También es frecuente en las constelaciones familiares permitir expresiones corporales. Si es así, pueden aparecer dos nuevos factores: el primero es que la persona se vea inmersa en una regresión de la situación conflictiva, reviviéndola emocional y físicamente y, posteriormente, superándola; el segundo, es que se produzca algún tipo de comprensión o reconciliación en forma de aproximación o abrazo.

A mayor libertad expresiva se permite en las constelaciones familiares, mayor capacidad, por parte del facilitador, para encauzar la resolución del conflicto hacia la comprensión amorosa o la aceptación.